viernes, 24 de septiembre de 2010

Cuando alguien llega a lo más alto, otros suelen caer...

Y en esta ocasión, quien ha subido a lo más alto fue una girafita de peluche (lanzada por mi sobrina), y tras tocar el techo del salón, cayó sobre el pajarico bebedor (dejo una imagen como homenaje al probetico).

Sí, ¿recordáis al pajarico que bebía agua incansablemente?
http://nozintusei.blogspot.com/2010/02/trabajador-y-bebedor-incansable.html

La girafita no llevaba mala idea (ni la lanzadora), pero al subir ella, cayó el otro, reventándose contra el suelo y dejando una gran mancha roja en el suelo. ¿Sangre? ¡quién sabe! pero no acaba de salir (se admiten sugerencias que no pasen por cambiar las losas).

Por cierto, lo único que sobrevivió del pajarico fueron las patas de plástico, que se llevó como trofeo mi sobrina :)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

RIP

nozintusei dijo...

¡ay, pobrecito el pajarico-pica-aguas!