Los cambios de hora, sobre todo el de otoño, no se suelen acoger muy bien: que anochezca tan pronto, es una putada (que amanezca una hora antes, a mí particularmente no me aporta gran cosa).
Estos días atrás nos decían que en el cambio de esta noche pasada, la noche duraría una hora más con lo cual, dormiríamos una hora más.
Pues bien, cuando tienes un bebé acatarrado al que la tos y los mocos apenas lo dejan dormir, una noche de las normales ya es jodida, pero una noche que dura una hora más, es una hora más jodida.
domingo, 25 de octubre de 2009
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3 comentarios:
De acuerdo contigo. No en lo del niño que aún no disfruto de esa torturilla, sino con lo de anochecer antes.
Eso significa que a las 5 de la tarde ya es noche cerrada, así de golpe, en un día :D
Malditos cambios de horarios :(
Por cierto, ánimo!
es muy triste que a la hora del café sea ya de noche... si te descuidas, al levantarde de la siesta (que ya mismo casi mejor no echarla) es de noche, y ya reenganchas y hasta la mañana siguiente XD
los políticos, que están por dar por culo... ¡de siempre!
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